Version Ella. (II)
Aquella noche que llegó Gabriela a la casa de su mamá noto que el vecino, no era el viejo verde de hace años que la miraba morbosamente. Ahora se trataba de una persona que le llamo la atención. Pero para sorpresa de ella veía como se le acercaba, rápidamente intentó abrir la puerta pero fue en vano. Ella algo tímida pero segura de si misma le extiende la mano. Su nombre Miguel. Por alguna razón no podía olvidarse de ese hombre que le había robado sus pensamientos y solo podía pensar en él. Tal vez, por su cuerpo vigoroso, su cabellera lisa, sus ojos verdes y ese sex appeal que emanaba.
A la noche siguiente cuando llego se encontró nuevamente con él, pero para tratar de no sucumbir ante sus encantos decidió llevar a una “amiga” que la hiciera olvidar todo eso que sentía. La amiga sin aguantar más la besa con sutileza pero con tal pasión que le llego a Miguel. Una vez que pasan y trancan la puerta, la amiga de Gabriela la pegó contra la pared y comenzó a besarla ahora si con lujuria y pasión pero para ella ya esos besos no significaban nada, ese hombre que había recién conocido parece haberle cambiado la vida. Cruzaron unas palabras y luego se fue la amiga. Al rato suena la puerta. En efecto era él y lo invito a pasar. Sin saber que hacer, le invita un trago. Al cabo de unas copas más, ya se siente dispuesta a todo y le dice que se ponga cómodo. Mientras caminaba sentía como ese hombre la deseaba con la mirada y como se resistía a su contonear.
A su regreso se siente más desinhibida con esa pequeña ropa que cargaba puesta. La excusa perfecta: el calor. Miguel también sintió esa onda de calor y le pregunto que si se podía colocar mas cómodo. El deseo de Gabriela se había cumplido, podría ver ese cuerpo que tanto la llamaba sin misericordia alguna. Un silencio sucumbe en el lugar, pero con las miradas fijas en cada uno. Ahora sentía como a su cuerpo se le acercaba, oliendo cada rincón de su fisonomía. Seguido llega el primer beso, un beso que jamás pensó recibir con tan sutileza. Mientras la mano de él bajaba por su muslo sentía que su cuerpo explotaba. Pero no quiso seguir y ella le dijo que no, él dijo que si y nuevamente responde sin dar su brazo a torcer. No le toco de otra que decirle que la chica que había visto entrar antes, era su pareja. En su cara vio que no le había agradado la noticia y así como vino así salio por esa puerta. Pero es que no le podía decir la verdad. La amiga solo era alguien con quien ella quiso experimentar algo más, le tenía aprecio pero nada más.
Una noche después al llegar entró lo más rápido posible, no quería otra vez caer en tentación y menos con lo que le venia encima.
Se quiso olvidar de todo y abrió la puerta, como dándole un pase de cortesía a su reino. Al sentir la puerta, ella lo invita a su cuarto. En seguida los ojos de él quedan atónitos anta la belleza de su cuerpo. Se acerca y comienza una ola de besos incesantes. Sus manos recorren todo su cuerpo sin pudor alguno, como tratando de que su cuerpo y mente estén presentes. Sabía que con cada caricia sus endorfinas impregnaban el lugar. Lo despoja de toda la ropa para ella comerse todo ese cuerpo, ella ya estando completamente desnuda ante él. Sus besos iban bajando cada vez más y más. Llegando a sus senos enardecidos y erguidos con su lengua y manos juntas formando una sola unión. Esos besos seguían bajando por su ombligo y su pelvis hasta llegar a su entrepierna sedienta del mejor sexo que estaba teniendo. Su lengua se introducía de tal forma que se retorcía del placer y sin poder aguantar, más se avalancha sobre su cuerpo e introduce su pene en su boca retribuyéndole el buen sexo oral que le había dado mientras sus manos arañaban su ancha espalda y apretaba sus bien pronunciados glúteos.
Aun con demasiada energía sentía como su hombre se preparaba para penetrarla y así llegar al clímax total. Esta vez no hubo ni un no, ni un si; solo las ganas de sentir lo que no había sentido. Gabriela sentía como Miguel jugueteaba con su sexo rozándole su glande. Sin querer jugar más la penetra suavemente ¡pero ella quería mucho más! ¡La complacía dándole más y más! Ella quería todo y se voltea para que introduzca su falo por detrás. Extasiados de tanto placer acaban juntos ante tal faena sexual. Al momento de despedirse sabia que esa era la única vez que podían estar juntos. Fuerte y tenaz trata de no llorar pero una lagrima cae sobre su mejilla. Aunque él le pregunto no le respondió, solo se limito a decirle que había sido la mejor noche de su vida.
Muy temprano al día siguiente Gabriela se fue de la casa de su mamá sin que nadie supiera. No sin antes dejarle un sobre a Miguel que contenía un cheque por un millón de euros y una nota que decía: “Búscame y te diré que si...”
12 comentarios:
Perfecto relato..
me encanto, es unico
ok entonces ella en el fondo quiere que el la busque... igual que yo no puede resignarse a que sea algu de una sola noche.
dios como entiendo a esa mujer pero igual aun dudo si decir que si o que no una vez mas... convenceme
Excelente!!... perfecta segunda cara y explicación para una genial historia... cada vez que escribes definitivamente eres mejor!!
Esperando la III parte!!
Saludos!
Como siempre... pero él la buscará??
Acabo de descubrir tu nuevo blog...
excelente, ahora no sólo tendremos realidades urbanas de tus manos...
Saludos!
Excelente! Me gusta mucho ver que abriste un nuevo blog...
pd: chamo, el fondo azul y las letras azules? Me quieres dejar ciega o que? Tampoco es que me dio un mareo pero no se, no te parece un poquito confuso a la vista?
Buenísimo...
por ahi me enteré de que llamaron a Gaby y a Abdul de urbebikini...
qué bien por ellos, aunque no he leido sus relatos...
el tuyo esta buenísimo...
sí, repito... buenísimo...
Saludos!
me encanta tu forma de escribir.
estremecedor relato!!!!!!!
mis felicitaciones
Excelente perspectiva desde Gabriela...
Un final que no me esperaba...
¿Irá tras ella?
¿Habrá una tercera parte?, ya me quede con la historia, jejeje...
Diantres! Y yo que creia que ella era una cualquiera.
No lo niego, no me agrado ella en el realto anterior, la "odie" (que fuerte! jejeje) por lo que hizo. Pero ay veo, hay que ver las dos caras de la moneda.
Pero, una duda.. ¿UN CHEQUE?, caramba.
Mejor voy a la tercera parte.
jho jho....la otra versión de aquello..............estupendo......me esta gustando tu blog...
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