Carta de Gabriela a Miguel:
“TE AMO. No tuve la oportunidad, ni el valor para decírtelo frente a frente, tal vez por temor a perderte. Por eso comienzo diciéndolo. Porque desde muy adentro se que el sentimiento es igual. Conozco todo lo que has hecho por llegar hasta donde estas, solo para buscarme y unirnos para pasar el resto de nuestros días juntos. Además te había dejado aquella pequeña nota, donde te pedía que me buscaras. Y lo lograste. Pero tarde.
¿Por qué tarde?
El dinero que te deje fue parte de lo que le había robado a mi esposo actual. Estaba decidida a dejarlo y regresar a vivir junto a mi mamá. Pero no pudo ser así. Mi marido se entero que yo había huido con una fuerte cantidad de dinero (el millón que te di es solo una pequeña parte) y se entero donde estaba. Me llamó y amenazó con matarte. Si, él se enteró de lo nuestro. ¿Por quién? Por la “amiga” que me habías visto entrar la primera vez que nos vimos. Me traicionó. Supo que solo te amaba a ti y eso le dio celos. Por eso al día siguiente de nuestro encuentro pasional, me tuve que ir antes de que Michael (mi esposo) cumpliera su amenaza y acabara con tu vida.
Seguro querrás ir con la señora que te dio esta carta, donde yo te iba a esperar, para hacerle mil preguntas sobre mí. Pero ya ella desapareció. Michael la mandó bien lejos después de saber que iba a tratar nuevamente de huir. Así que de nuevo caí en su poder dominante y bestial.
Pero no te preocupes, yo estoy bien. Aunque que con lo que te diga tal vez reacciones de una manera un tanto paranoica, pero a mi todavía más debido a que me carcome por dentro lo que te voy a decir.
De esa noche de entrega total, quede embarazada. Si, tenemos un hijo. Pero desafortunadamente no lo podrás ver por ahora, solo hasta que tenga el valor de alejarme de la persona con quien comparto una vida llena de sufrimiento y cólera. Porque si lo haría en este momento no podrías saber más nada de nuestro hijo a causa de que mi esposo lo aleje para siempre de mi. Porque no sabe que no es su hijo.
Sé que duele esto que te digo, pero con las lágrimas que caen en este papel te escribo mi sentir y mi más profundo amor. Sabiendo que serás paciente y algún día pueda decirte, que sí… nos vemos pronto…”
Miguel después de leer este manifiesto quedo convencido de que todo lo que había hecho por esa mujer era real. Su amor se fortaleció estando en las condiciones más impactantes de su vida y con la alegría de saber de que había nacido una persona fruto de ese sentimiento mutuo y que los unía por siempre. Sabia que lo que tenia que soportar de ahora en adelante no seria nada fácil, pero por el bien de todos tenia que cumplir la voluntad de Gabriela.
Actualmente Miguel aguarda cada mes paciente a que le llegue un sobre de su amada, contándole sus historias interminables de un amor complicado y manteniendo la esperanza en que algún día se vuelvan a encontrar para que puedan formar una familia que permanezca unida; sabiendo que un no puede llegar a significar un sí…